Yo no sé cuánto tiempo va a durar todo esto, pero debería parar. No me gustan los cambios bruscos de temperatura. Son increíblemente peligrosos. Pero a ti eso no te importa. Soplas y me lanzas al frío con fuerza. Por favor, haz caso a los médicos. No me dejes en el frío. ¿No ves que este hielo quema?
bla bla bla bla. Qué mas da que te lo pida a voces, si mi aliento está congelado.
Otra vez me toca a mí salir de este lugar. Y no es fácil. Todo aquél que haya tenido alguna vez las manos congeladas sabrá que es casi imposible mover los dedos.
Tengo que salir de aquí. Debo salir de aquí. Con o sin tu ayuda. Me da igual. Buscaré la manera de deshelar mis piernas, ponerlas en movimiento y llevarlas a una explanada soleada.
Aquí en el frío siempre hablan de la existencia de valles soleados. Yo me he propuesto llegar a uno de ellos y una vez allí, tumbarme y descansar; los inviernos largos me entumecen el cuerpo y me dejan sin sangre.
Luz aural, vuelve a mí.
Tengo que salir de aquí. Debo salir de aquí. Con o sin tu ayuda. Me da igual. Buscaré la manera de deshelar mis piernas, ponerlas en movimiento y llevarlas a una explanada soleada.
Aquí en el frío siempre hablan de la existencia de valles soleados. Yo me he propuesto llegar a uno de ellos y una vez allí, tumbarme y descansar; los inviernos largos me entumecen el cuerpo y me dejan sin sangre.
Luz aural, vuelve a mí.
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