31 dic 2016

Another year has gone by...
but somehow, I'm alright.


Este año me despido con una canción preciosa de Xoel López porque "ya puedo sentir tierra seca tras la arena mojada":




Esta mañana me he despertado pensando en que por fin se acababa el 2016 y digo por fin porque sinceramente, no creo que haya sido un buen año para el mundo. En estos 366 días han acontecido cosas que nos han hecho mirar la vida con horror y miedo y eso no es nada bueno. Pero yo que soy mucho de ver el lado positivo de las cosas (salvo cuando me pongo emo y digo que voy a suspender TODO) pienso que este 2016 nos ha tenido que abrir los ojos y... ¡eso está bien! Si personalmente crees que a ti no te los ha abierto, te invito entonces a que recapacites sobre ello. No podemos vivir ajenos a las injusticias del mundo, a las guerras, a las personas que llegan al poder cargadas de ambición de la mala... 2016 ha supuesto un punto de inflexión en el mundo tal y como nosotros lo conocemos y debemos por lo tanto parar, autoanalizarnos y ver cómo podemos mejorarnos y por lo tanto mejorar todo aquello que nos rodea. Últimamente pienso que hay personas que son oasis en este mundo tan loco. Afortunadamente hay gente que irradia paz y amor por cada poro de su cuerpo y que lo contagia. Pues de eso se trata; el cambio hacia un mundo mejor comienza dentro de cada uno. 

Personalmente, 2016 me ha hecho aprender muchas cosas. Este año se llevó a mi gatito Moco y sentí por primera vez lo que era perder a un buen amigo. También me llevó a las nubes en marzo y me bajó de nuevo a la tierra en julio y siempre me quedaré con eso. 2016 me hizo darme cuenta de que mi padre ya es mayor y de que ser hija única es un coñazo aunque ahora tenga casa en uno de mis barrios favoritos de Madrid (gracias Enri). Este año me ha gritado a la cara que ya soy una persona adulta, que en la vida hay preocupaciones y situaciones que dependen únicamente de mí, pero también me ha recordado que llevo dentro una niña que se emociona con las películas, las obras de teatro, las canciones, las clases de literatura y que baila sacando todo lo que tiene dentro cuando la profesora deja improvisar con la luz apagada. 

Hoy me quedo con todo esto. Con todas las cuestas que he tenido que subir este año. Algunas bajo 20 grados, otras bajo 40. Hoy me quedo con mis amigos, amigas y familia en nuestro oasis particular. Hace unas horas, un amigo me ha dicho que hay gente a la que le brilla los ojos cuando habla de sus sueños y que en ese momento sabes que son imparables. Esa es la gente que crea revoluciones. 

Eso es lo que espero para 2017, que comience a entrar lo bueno y que los daños del 2016 se reparen.


we are 
u n s t o p p a b l e

let the light shine in

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