20 may 2011

Desde aquí, desde mi casa veo la playa vacía, ya lo estaba hace unos días, ahora está llena de lluvia. Y tú ahí sigues sin paraguas, sin tu ropa, paseando, como una tarde de julio, pero con frío y tronando. ¿Se puede saber qué esperas? ¿Que te mire y que te seque? ¿Que te vea y que me quede tomando la luna juntos? La luna, tú y yo expectantes a que pase algún cometa o baje un platillo volante. Y la playa llora y llora, y desde mi casa grito que aunque pienso en abrazarte  que aunque pienso en ir contigo, el doctor me recomienda que no me quite mi abrigo, que no esté ya más contigo y yo no puedo negarme pues el tipo soy yo mismo. Estudié mientras dormías y aún repaso las lecciones una a una, cada día. Yo no puedo aconsejarte, ya es muy duro lo que llevo. Dejemos que corra el aire y digámonos adiós.

1 comentario: