Tener que pasar por el pasillo que hacen los que fuman.
Tragarse el humo que sale de sus bocas y de sus cigarros. Lo siento pero no puedo. Creo que mis caras de asco ante el olor tan desagradable del tabaco son para enmarcar...
Pero bueno, llegar a casa, dejar la mochila, volver a ser Sofía y tumbarse a ver Friends pensando en un futuro similar con mis amigos, lo recompensa todo.
Son las 16.30, ES HORA DE ESTUDIAR!
Hasta luego, chicos!
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