Cualquier otra chica habría llamado enseguida, habría citado al chico en una terraza para devolverle el álbum
y así sabría si valía la pena seguir soñando o no.
Eso se llama enfrentarse a la realidad. Pero eso... no es lo que Amelie quiere.
y así sabría si valía la pena seguir soñando o no.
Eso se llama enfrentarse a la realidad. Pero eso... no es lo que Amelie quiere.
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