Se apagan las luces de la Sagrada Familia que formamos. Santísima Trinidad tú y yo y las dudas nunca a la altura. Bajo tierra cojo la línea azul que aún nos ata a un proyecto inacabado y mítico como tu necesidad de enfado. Tus palabras: ayer inadmisibles, hoy entrañables, mañana memorables. Tus uñas: clavadas en mi piel, pequeñas, mordidas tal como nuestra posibilidad de cambiar todas las cosas construidas sin pensar en su final.
(Pareció que te sentías irresistible bajo los pinos y yo me reía con la boca abierta, no como hacían las camilleras en urgencias que tan amablemente me atenderían después de irte.)
Lo de la luces es fruto de la crisis... habrán robado el cable de cobre, por eso lo has tenido que enterrar y claro! no lo encuentro y digo cosas!!! Lo de las uñas..un vicio. Llenas de tierra no saben igual, jajaja a las tuyas le salen margaritas.
ResponderEliminarUn beso floripondio
ooooooh te echaba de menos por aquí, mi fiel seguidor!!!
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