5 feb 2013

Y fue entonces cuando aquel pasillo de un hotel ubicado a saber dónde, fue testigo de un momento de perfección.
Parece que lleva años soñando con volver abrazarle.
Tiene miedo al rechazo, miedo al miedo y solamente es capaz de observarle caminando de vuelta a casa mientras ella, se queda en un rincón, con frío, sueño y ganas de dejar de respirar por unos segundos.



















YO HE VISTO A UN PAVO REAL VOLAR.





2 comentarios: