31 dic 2014



No existe el año perfecto. Ni siquiera sé qué significa esa palabra. Pero sinceramente, creo que si hubiese vivido un año sin ninguna decepción, ahora mismo no estaría tan contenta como lo estoy al mirar atrás y hacer (como ya es costumbre el último día de cada año) el balance de este 2014.

El 2014 me deja con muy buen sabor de boca y quizás sea porque siento muy dentro que el 2015 va a ser muy guay. Este año creo que he empezado a vivir por mí misma y eso me alegra enormemente. Me he enfrentado a muchas situaciones que sinceramente, nunca me había imaginado que me iba a enfrentar y aunque no he salido de ellas muy victoriosa, me da igual.

Lo mejor de cada año es conocer a personas nuevas y sólo puedo decir, que en este 2014 he tenido el placer de conocer a unas cuantas que son maravillosas. Un año sirve siempre para conocer mejor a los que ya conoces desde hace tiempo y reafirmar tu teoría de que por algo están en tu vida. Sirve para irte tres días a un festival y hacerte amigos para toda la vida. Sirve para llorar, para reír, para descubrir nuevas canciones, para leer un buen libro, para crecer como persona, y para decir siempre que lo sientas te quiero a alguien, porque es algo fantástico para decir y también para oír. 

A todos los que habéis formado parte de este año, a ti mami, a papá, a mi hermano Enri, a mi familia de aquí y de Argentina, a mi gato Moco, a mis tres íntimas amigas, a mis amigos de toda la vida, y a los que lo sois a partir de ahora, creo que merecéis saber que os aprecio enormemente, y que todo el amor que tengo dentro de mí crece cada día gracias a vosotros, con cada momento que vivimos juntos.

Estoy ahora mismo escuchando este directo de Florence + The Machine cantando bajo la lluvia You've got the love y me siento enormemente feliz. I'VE GOT THE LOVE y creo que no necesito nada más.








sofía



No hay comentarios:

Publicar un comentario